Cap. Jaime González
Volar el Cirrus es definitivamente algo mágico. Solo se logra entender hasta que se vuela. No podrás saber cómo es porque te lo cuenten o te lo imagines. Toca volarlo para entender de qué se trata. Para mí es como haber volado un Boeing o un Airbus en versión pequeña. Si tienen la oportunidad de volar el cirrus no duden en hacerlo. Ahí es donde verdaderamente se puede sentir, respirar, vivir y experimentar un vuelo 100% IFR. El vuelo IFR y VFR son dos mundos apartes y si en verdad quieres saber cómo es el mundo del IFR no hay mejor manera de hacerlo que en Cirrus.